Finanzas operativas: El dinero del día a día en la empresa

Extracto:

FINANZAS OPERATIVAS: EL DINERO DEL DIA A DIA EN LA EMPRESA [1]

INTRODUCCIÓN

Es mucha la literatura existente sobre Finanzas Operativas. Por ello el objetivo de esta nota no es contar nada nuevo. El objetivo de esta nota es, simplemente, contarlo de forma diferente: ser extremadamente práctico y vulgarmente poco académico. Las finanzas tratan del dinero en la empresa y para saber manejar el dinero no es necesario ser académico. Es más, muchos empresarios manejan bastante bien su dinero y no son nada académicos. A ellos, y sobre todo a los que les gustaría tener algunas nociones básicas, aunque no académicas, sobre cómo se mueve el dinero en la empresa, va dirigida esta nota.

¿QUÉ “COSAS” TENGO QUE FINANCIAR Y CUANTO DINERO TENGO QUE BUSCAR?

A lo que los contables llaman Activo y Pasivo, aquí se llamará vulgarmente “cosas” y “dinero”.

Si nos preguntamos que “cosas” tengo que financiar en una empresa, pensaremos en “cosas” como una nave, unas instalaciones, maquinaria, utillaje,… a lo que los contables llamaban “Activo Inmovilizado” y con el nuevo plan contable “Activo No Corriente”; pero también tengo que financiar las existencias; y cuando vendo, como no suelo cobrar al contado, tengo que financiar a mis clientes; y generalmente tengo que mantener algo de dinero en caja (caja o bancos u otras formas de tener dinero liquido disponible)(2). Todo ello es lo que conforma el activo de mi empresa.

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Pero, ¿todas esas cosas las tengo que financiar, es decir, tengo que buscar dinero para mantenerlas (financiarlas)? En muchos sectores es normal que los proveedores no te exijan pago anticipado en sus condiciones habituales, por lo que, sin negociarlo y sin coste, te ofrecen una financiación de un cierto retraso en el pago, aunque solo sean los días mientras la factura llega a nuestro poder. Otro ejemplo de dinero “que no hay que buscar” sería el correspondiente al IVA de una factura que nos pague muy pronto un cliente, que no hemos de ingresar en Hacienda hasta la correspondiente declaración y que incluyen los contables en la partida de “Otros Acreedores”. Estos y otros casos son ejemplos de financiación espontánea, es decir, que no requieren una negociación explícita, y sin coste para la empresa, es decir, no pagamos ni interés ni ningún tipo de contraprestación por “disfrutar” unos días de dicho dinero. A este “dinero” lo llamamos “recursos espontáneos sin coste”.

Si el valor monetario de las “cosas” de la empresa es 100 (activo total), y el dinero correspondiente a recursos espontáneos sin coste fuese 20, ¿Cuánto dinero tendríamos que “buscar” en dicha empresa para financiar su activo?

 

 

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Lógicamente la respuesta sería la diferencia, 100-20 = 80. Luego el importe monetario de las “cosas” de esta empresa que hay que financiar sería 80. Estas “cosas” del activo de nuestra empresa que no se financian de forma espontánea y sin coste es los que llamamos en finanzas el activo neto.

Activo neto: “Cosas” del activo total de la empresa que no se financian de forma espontánea y sin coste.

Matemáticamente se puede expresar:  A.Neto = A.Total – Rec.Esp. sin coste

El activo neto son “cosas”, no “dinero”.

Cómo evitar los impagados

Extracto:

CÓMO EVITAR LOS IMPAGADOS (1)

1.- INTRODUCCION

–       “Lo más importante en la empresa es vender”

–       “No, lo más importante en la empresa es cobrar”

Son frases que todos hemos escuchado alguna vez en el mundo de los negocios. Y todos conocemos, posiblemente, algún caso de graves dificultades financieras por culpa de los impagados(2).

Toda empresa que cobre bien a sus clientes tiene un procedimiento, escrito o no escrito, para ayudar a que el cliente pague en su fecha. Algunas simplemente implementan una estrategia de negocio que los evita, o se mueven en un sector que, por ejemplo, le permite cobrar al contado. Otras lo intentan mediante un departamento de gestión de impagados.

En esta nota repasaremos de forma metodológica los procedimientos y herramientas disponibles en la actualidad para evitar, o al menos disminuir, los tan peligrosos impagados.

Para ello en primer lugar veremos la importancia de la estrategia comercial en la posterior gestión de los cobros.

A continuación trataremos la posibilidad de elegir a los clientes, por ejemplo mediante la petición de informes comerciales a empresas especializadas, cuantificando un límite máximo de riesgo.

El siguiente paso será disponer de un correcto procedimiento interno de gestión de cobros, que mediante el control, evite la demora en el pago de todas y cada una de las facturas de nuestra empresa. Se describen algunas formas de pago y su incidencia en la gestión de los cobros y en la prevención de los impagados.

En los puntos 7 y 8 veremos dos alternativas de “externalizar” parte del problema que estamos analizando: las empresas de aseguramiento de cobro a clientes, y el Factoring sin recurso. En el primero de los casos una entidad, bajo determinadas condiciones, nos asegura el cobro de un porcentaje de nuestra factura, encargándose posteriormente del recobro. En el segundo caso se trata de una entidad que, bajo ciertas condiciones y comisiones, se hace cargo de la gestión de cobros de todas nuestras facturas, incluyendo el riesgo de impagado.

A título descriptivo, se incluye una pequeña explicación de las opciones de la vía judicial para el cobro de un impagado.

Para finalizar, si injusto es para un empresario no cobrar, más injusto aún nos parece “darle su parte” a Hacienda, cuando nosotros no tenemos la nuestra. Y la ley nos obliga, en principio, a ingresar el IVA, y a tributar por el impuesto de sociedades. Veremos en qué condiciones podemos recuperar o evitar dichos impuestos.

En resumen, para evitar o disminuir lo más posible los impagados, tendremos que definir bien a quién le vendo, cuanto le vendo, y cómo y con qué medios de pago materializo la venta.